Templo sensoji (Japón)
En el corazón del barrio más tradicional de Tokyo, Asakusa, encontramos el Templo de Sensoji, también conocido como Asakusa Kannon. A mi gusto uno de los templos mas impresionantes de la ciudad, no solo debido al templo en si, sino también por que el barrio en el que se encuentra es uno de los que conserva mejor el ambiente tradicional de Tokyo. Rodeado de calles repletas de tiendas, puestos de comida ambulantes y pequeños restaurantes, es el lugar perfecto para perderse una tarde entera. La leyenda cuenta que dos hermanos que pescaban en el río Sumida sacaron con sus redes una estatua de oro de Kannon y se dice que en el año 628 construyeron el primer templo, guardando la estatua dentro de un santuario hecho con planchas de oro. Por lo visto, aunque nunca la saquen, se dice que la representación de la deidad continua allí guardada. El templo está precedido por la puerta Kaminari Mon, con su gran farol rojo (que tiene escritos los kanjis de puerta y trueno), custodiada por dos entidades protectoras, Fûjin y Raijin, kamis del viento y el trueno respectivamente. Al pasar por la puerta entras en Nakamise-dori, que es una calle llena de tiendas donde puedes encontrar objetos tradicionales (que son perfectas para comprar recuerdos) y que desemboca en el patio que está delante del templo. Una vez allí, podemos ver que justo a la derecha del Templo Sensoji, una impresionante pagoda de cinco plantas, mientras que en el centro del patio se encuentra el quemador de incienso con forma de olla (según dicen, tienes que llevarte el humo del incienso al lugar del cuerpo que te duela para quitarte el dolor o curarte una enfermedad) y a su derecha la fuente de agua donde te tienes que lavar las manos y la boca antes de entrar a rezar. Dentro del templo, veremos el altar dorado central y unas preciosas pinturas murales que decoran todo el techo. El cepillo está justo en el centro y para poder rezar, la tradición es que debes tirar unas monedas dentro, des tres palmadas, haces una pequeña inclinación de cabeza y rezas una oración. Por último, no puedes olvidarte de gastar entre 100 y 200 yens en una predicción (que puedes comprar dentro del mismo templo). Las prediccipnes pueden ser de buena suerte, de suerte normal o de mala suerte. Las de mala suerte se doblan y se atan a unos postes con cuerdas que hay allí mismo, porque se cree que así no se cumplirán. Para acabar, lo mejor es ver los jardines que hay justo detrás del templo y pasearse por las calles del barrio.
